Fuerte baja del dólar y el riesgo país tras el anuncio del Tesoro
Al mercado le alcanzó con el anuncio de una lluvia inesperada de billetes verdes. Este lunes 22 de septiembre, el humor financiero cambió de golpe: el entusiasmo se montó sobre dos caballos de f...
Al mercado le alcanzó con el anuncio de una lluvia inesperada de billetes verdes. Este lunes 22 de septiembre, el humor financiero cambió de golpe: el entusiasmo se montó sobre dos caballos de fuerza, los dólares del campo y los del Tesoro norteamericano. Entre ambos, alcanzó para frenar la corrida y darle un respiro a las autoridades económicas que venían de semanas de intervención récord.
La medida implica resignar ingresos y comprometer el equilibrio fiscal, pero en el mercado se leyó de otra manera: un incentivo para que el agro adelante exportaciones por unos USD 6.000 millones. Ese flujo extra funciona como una represa contra la demanda dolarizadora típica de la previa electoral.
"El gobierno salió a garantizar un dólar muy barato si pensás que después de octubre hay devaluación asegurada", resumió una fuente del sector financiero consultada. En números, los 6.000 millones alcanzan para resolver la liquidez hasta el 31 de octubre. Una especie de puente financiero que llega justo hasta la fecha de las urnas.
El problema, advierten en la city, es que son dólares adelantados: lo que viene después es niebla espesa. "Es pan para hoy y ayuno para mañana", deslizó a LPO una fuente de un banco.
El otro motor de la jornada fue la asistencia financiera del Tesoro. En la city circula la versión de que esos fondos no son para el día a día, sino que tienen un destino muy específico: garantizar el pago de la deuda a los bonistas. La jugada es política y económica a la vez: despejar cualquier fantasma de insolvencia, bajar el riesgo país y, con suerte, intentar volver a asomar la cabeza en el mercado voluntario de crédito.
"El objetivo es mostrar que hay caja para pagar. Si bajamos el riesgo país, podemos volver a colocar deuda", explicaba un operador financiero, acaso con un exceso de optimismo, los 400 puntos básicos para volver a los mercados voluntarios de dueda son todavía un horizonte bastante lejano. Como sea, la combinación de campo y Tesoro alcanzó para desinflar la voracidad dolarizadora del mercado.
En efecto, el Banco Central pudo quedarse quieto: no tuvo que vender para sostener la paridad. Luego de coquetear con los $ 1.600, el dólar oficial bajó a $1.430; el MEP cerró en $1.429; el contado con liquidación en $1.437; y el blue cedió hasta los $1.475.
El efecto se vio también en el riesgo país, que bajó en la rueda hasta los 1.083 puntos, una caída del 26% en una sola jornada.
La caída alivió a los operadores de bonos soberanos, que venían de semanas de castigo. Los Globales recuperaron terreno con subas en torno al 3%, mientras que los Bonares mostraron avances más moderados, pero igual en verde.
El entusiasmo contagió bonos y acciones. Los títulos soberanos en dólares de ley neoyorquina de la Argentina subieron por hasta 18,37% (GD35) este lunes, mientras que las acciones de empresas argentinas volaron hasta 23,9%.
En Wall Street las acciones de las empresas argentinas operaron al alza. Los papeles de Banco Supervielle cerraron la rueda con una suba del 24,3%, seguidos por los de Grupo Financiero Galicia 21,1%, BBVA 20,4%, Edenor 20,4% y Banco Macro 20,2%.
Los números en verde también se replicaron en la Bolsa porteña, que hasta el viernes acumulaba una caída del 50% en dólares desde que arrancó el año. Hoy, rebotó 7,5% medido en pesos.
En paralelo, a modo de refuerzo para contribuir con el freno al dólar, el Banco Central subió la tasa de liquidez interbancaria, más conocida en la jerga financiera como REPO, del 37% al 45,3%
Más allá del notable optimismo de la jornada, otro experto financiero consultado consideró: "A mi me gusta festejar el gol, pero se nota que necesitan festejar un buen pase", comentó y agregó "Esto es una maratón y no 100 metros llanos".